Hace un par de fines de semana estábamos en Rabat, exactamente el día 27 de febrero, una semana después de la convocatoria al pueblo Marroquí para salir a las calles en defensa de sus derechos. Desayunábamos tranquilamente en el albergue de esta ciudad cuando empezamos a oír gritos que parecían venir de una manifestación. Enseguida nos imaginamos que las reivindicaciones que escuchábamos venían de la manifestación organizada por el grupo: Movimiento 20 de Febrero.
El “Movimiento 20 de febrero” es un grupo juvenil pacífico que reivindica los derechos del pueblo Marroquí. Después de las revueltas en Túnez y Egipto, el pueblo Marroquí no quiso quedarse atrás, y aunque desde nuestro punto de vista la situación de Marruecos es incomparable con la de estos países, eso no quiere decir que no haya motivos importantes, para una sociedad en vías de desarrollo, por los que luchar.
“20 de Febrero” nació en la red, mediante diferentes redes sociales. Un video colgado en Youtube nos dio a conocer los principales motivos por los que el pueblo marroquí quiere debatir. Principalmente son dos: La falta de libertad de expresión y el excesivo poder del rey Mohamed V, que además de ejercer de monarca, ejerce de presidente. Además de esto, reclaman: igualdad entre hombres y mujeres, mejoras en la educación, sanidad, vivienda, empleo y salarios más altos. “Que los enfermos puedan acceder a los hospitales y beneficiarse de los cuidados médicos sin necesidad de enchufe", que "los ladrones que destruyeron el país sean procesados" y que Marruecos pueda disfrutar de "una Constitución popular y democrática", son otros de los mensajes que pueden escucharse en la grabación.
Nosotras poco sabíamos de todo lo que rodeaba a las manifestaciones convocadas para el 20 de febrero, solo lo que hemos leído por internet, ya que sentimos que aquí, en casa, en la calle, es un tema tabú. En las noticias 24 horas al día nos sablean de forma sensacionalista sobre la situación de Túnez, Egipto y Libia. Pero, ¿Qué pasa con Marruecos? Las pocas veces que hemos preguntado a la familia o amigos sobre la situación actual de Marruecos, en general la respuesta ha sido unánime: “las circunstancias en aqui son incomparables con la de estos países” o “Mohamed V ha cambiado mucho el país, nada que ver con su padre Hassan II” Nadie habla mal del rey. Miedo quizás? Creemos que sí, ya que aquí quien hable mal del rey públicamente puede ir directamente a la cárcel.
En Rabat, tuvimos la oportunidad de ver desde cerca, con nuestros ojos, la realidad del pueblo, sin miedos, sin ataduras. Un grupo de jóvenes y muchas mujeres, cosa que nos llamo la atención y nos alegro al mismo tiempo, ya que muchas de ellas eran las que portaban pancartas, banderas y sobre todo la voz. La voz del pueblo marroquí.
Nos pusimos a un lado. Mirábamos atentas lo que pasaba a nuestro alrededor y escuchábamos, pero no entendíamos. Queríamos saber lo que decían, lo que reivindicaban, lo que pasaba y gracias a una periodista española, que se encontraba entre los muchos otros periodistas, nos iba contando como transcurrían las cosas, acercándonos así más a la realidad. Nada nuevo para nosotras: libertad de expresión, mejoras en la educación…
Pero de un segundo a otro los que hasta el momento era una manifestación pacífica y tranquila se torció debido a la interrupción de la policía marroquí. Según nos conto la periodista, la policía había negado el derecho al movimiento 20 de Febrero a manifestarse por las calles de Rabat. Primer obstáculo. Segundo: La policía paga a ciudadanos para que se meta en la manifestación y provoquen “jaleo”, aunque los jóvenes del movimiento 20 de febrero pasen de entrar al trapo y provocar peleas. Al fin y al cabo, eso más que beneficiarles, iría en su contra y su forma de actuar, es por encima de todo pacifica. Tercer obstáculo: La policía interrumpe en la manifestación y la paraliza.
En cinco minutos la plaza está vacía.
Esta misma semana, el rey de Marruecos, Mohamed V, ha anunciado públicamente por sorpresa, cambios de mejora en la actual constitución, la cual no se ha modificado desde 1996. Antes esto, parte del pueblo no va a cesar de manifestarse, ya que de momento solo son palabras. Habrá que ver con el tiempo, si las palabras no se las lleva el viento…
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