TODO TIENE UN FINAL

Hoy es un día muy especial y triste para nosotras. Después de relataros nuestras historias por Marruecos durante 6 meses, hoy cerramos este blog con estas líneas.

Aunque esto sea una despedida momentánea, no queremos que sea un adiós para siempre, ya que todo este tiempo compartido permanecerá con nosotras siempre y esperamos poder volver pronto para continuar nuestras pequeñas aventuras.

Antes de despedirnos nos gustaría dar las gracias a todas aquellas personas que nos han acompañado, compartido y ayudado durante todo este tiempo. Personas de diferentes países, culturas y religiones, que sin ellos, nuestras historias no tendrían sentido.

Llegamos con la maleta vacía de experiencias pero nos vamos con ésta llena a rebosar, aunque hemos intentado y esperamos haber dejado también un poquito de nosotras. Pero sobretodo nos llevamos una pequeña, pero gran parte de cada una de las personas de aquí.

Nos llevamos una gran parte de la alegría, entusiasmo y espontaneidad por parte de los pequeños “habibis” que tanto han marcado en nosotras en el día a día, otra parte de fuerza y energía de las profesoras, una gran dosis de cariño, comprensión, risas y compenetración con la familia y amigos cercanos, y un sinfín de energía y motivación por parte de todas aquellas personas espontáneas, no por eso menos importantes, que han ido compartiendo con nosotras parte del camino.

También os damos las gracias a todos vosotros/as, que desde el otro lado del charco habéis estado ahí, siguiendo nuestras aventuras.

Dejamos a tras un país que nos ha sorprendido, impactado, encantado y enseñado gracias a la amabilidad y hospitalidad de sus gentes y sus rincones más ocultos que hemos ido descubriendo poquito a poco.

Tenemos las maletas cargadas de ganas e ilusión por volveros a ver, aunque a la vez esperamos tener que rehacerlas para una próxima visita…

ENSHALÁ!!!!!

Aujourd'hui, c'est très spécial et triste pour nous. Après nos histoires se rapportent au Maroc pour 6 mois, maintenant on ferme ce blog avec ces lignes.

Bien que ce soit un adieu temporaire, ne veulent pas être un au revoir à jamais, parce que tout ce temps partagé restera toujours avec nous et nous espérons revenir bientôt pour continuer nos petites aventures.

Avant de quitter, nous tenons à remercier tous ceux qui ont été avec nous, partager et aider durant cette période. Les gens de différents pays, cultures et religions, que sans eux, nos histoires ne seraient pas logiques.

Nous sommes arrivés avec un sac vide de l'expérience, mais nous allons avec lui plein à craquer, mais nous avons essayé et nous espérons avoir laissé aussi un peu. Mais surtout nous prenons un petit, mais beaucoup de chacun des gens d'ici.

Nous recevons beaucoup de joie, l'enthousiasme et la spontanéité de les petits "habibis" qui ont tant marqué en nous de jour en jour, une autre partie de la force et l'énergie des enseignants, beaucoup d'affection, de compréhension, rires et de liens avec la famille et les amis proches, et son énergie inépuisable et l'enthousiasme de tous ceux spontanée, non moins important, ils ont partagé avec nous à mi-chemin.

Nous remercions également tous d'entre vous / que, que de l'autre côté de l'étang ont été là, à la suite de nos aventures.

Nous laissons derrière nous un pays qui a surpris, choqué, heureux et enseigné parla gentillesse et l'hospitalité de ses habitants et ses coins cachés que nous avons découvert peu à peu.

Nous avons des valises pleines d'enthousiasme et d'empressement à vous revoir, mais en même temps, nous nous attendons à devoir les refaire pour une prochaine visite ...

ENSHALÁ !!!!!

Cuando las primeras impresiones engañan...

Después de dejar atrás las increíbles cataratas de Ouzoud, nos dejamos llevar por la compañía de Julian. Gracias a él conocimos a una amable familia con la que compartimos unos bonitos días entre los pueblos de Arzu e Ifran, los cuales nos sirvieron para conocer los tranquilos paisajes naturales que hay por la zona; ya que después de vivir en la agotadora ciudad de Casablanca, se agradecen unos días así.

Nuestro próximo destino sabíamos que sería Chauen. En noviembre ya visitamos esta mágica aldea, pero esta vez la queríamos ver con la luz del sol y no con el agua y el frio de la lluvia que nos acompaño en aquellos tiempos.

Para llegar hasta Chauen tuvimos que pasar por fes. Medio día solo pasamos aquí y fue suficiente para querer salir “huyendo”, ya que debido a la semana santa los precios estaban disparados. Así que una noche de paso y a la mañana siguiente estábamos con las pilas cargadas para coger el autobús de Chauen.

El viaje nos dejó las maravillosas vistas de los verdes montes de Rif. Y allí a lo lejos, los colores blancos y azules se acercaban poco a poco.

Nosotras ya estábamos en Chauen y el sol también.

Días de verano,agua, tranquilidad, calma… que la prisa mata!

Quisimos aprovechar que estábamos en Chauen para visitar Tetuán, que solo les separan una hora de viaje. La llegada a esta no nos transmitió buenas sensaciones. No sabíamos si estábamos en Marruecos o en España, ya que aquí, en Tetuán casi todo el mundo habla español. Nos llegamos a preguntar ¿Qué hacemos aquí?

Pero a veces hay que dejarse llevar…

Nos dirigimos a la medina de Tetuán, que según habíamos leído era una de las más bonitas de todo Marruecos. Así como en Chauen los colores principales son el azul y blanco, aquí lo son el verde y el blanco. Quizás una de las medinas mas diferentes que hemos visto hasta ahora. Un amable hombre, nos enseño todos los rincones de esta laberíntica medina. Hasta que en mitad de una de las callejuelas la música nos hizo parar. Allí, en esa pequeña callejuela compartimos unos bonitos momentos con unos músicos de Tetuán; los cuales nos quisieron hacer un pequeño regalo. Después de trepar valientemente por los balcones, ventanas y terrazas de casas ajenas, nos regalaron las mejores vistas de esta medina. Los esfuerzos y algún que otro arañazo merecieron la pena.

Asique, gracias a las amables y especiales personas con las que nos topábamos fuimos conscientes de que a veces las primeras impresiones engañan…

Con pena, volvimos a Chauen y recibimos con los brazos abiertos a las amigas catalanas Neus y Carla, que nos llenaron de energía y alegría durante los últimos días de vacaciones. Con ellas también conocimos el paraíso, el verdadero paraíso ¿verdad chicas?

En nuestras memorias quedará…

Un largo camino hasta Ouzoud...

Preparadas nuestras mochilas para una semana y media de vacaciones, pusimos rumbo a las cascadas de Ouzoud, la primera parada de una larga ruta. Las cosas no empezaron como esperábamos. Para empezar el autobús con el que teníamos pensado viajar estaba completo. Esto rompió totalmente nuestros planes, y no nos quedo más remedio que pararnos a pensar 10 minutos: ¿Qué hacemos ahora? Decidimos llamar a la familia y nos aconsejó ir a la gare Routier. Después de dar mil vuelta para encontrar esta estación, por fin llegamos a esta inmensa “ciudad de autobuses”. Cientos de personas apiladas frente a los autobuses, hombres gritando destinos, miles de claksones de autobús sonando aquí y allá… y la gente pensando: ¿Qué hacen estas aquí? Ya que éramos las únicas extranjeras en esta gran “ciudad”. Gracias a la amabilidad de uno de los vendedores, conseguimos nuestros tickets hacia Beni Mellal, uno de los pueblos intermedios que nos llevaría  hasta llegar a Ouzoud. Nuestro autobús no tenía ahora exacta. Cuando llegaba, llegaba…Aquí funcionan así las cosas. Nosotras mirábamos a los autobuses y solo esperábamos que nos tocara uno medianamente cómodo y afortunadamente así fue! Después de varias horas de viaje, por fin llegamos a Beni Mellal. Este pueblo no nos dio buenas sensaciones, asique decidimos irnos de allí y pasar la noche en Azilal. De esta manera, también ganaríamos tiempo para llegar a Ouzoud. Montadas en el gran taxi, acompañadas de 4 viajeros más, poco a poco se fue echando la noche encima y eso nos impidió ver los magníficos paisajes de la zona. La carretera no fue fácil… curva a la derecha, curva a la izquierda… Esto provocó los vómitos de un viajero! Imaginaros: 4 personas en la parte de atrás de un coche, y uno de ellos potando…ummm que agradable… menos mal que el chofer iba preparado con jabón y agua!

Por fin llegamos a Azilal, y gracias una vez más a la amabilidad de un compañero de viaje, que nos llevo hasta el bonito y barato hotel donde pasaríamos la noche antes de llegar a las cascadas.

Las 8 de la mañana y estamos en pie, con ganas de ver las famosas cascadas de Ouzoud. El camino hasta Ouzoud tampoco fue muy lineal por las montañas, así que… ¿os podéis imaginar lo que pasó otra vez?

Por fin estamos en Ouzoud! El día estaba un poco oscuro pero todo y así, las vistas de las cascadas eran impresionantes. Los colores de las montañas y el agua se entremezclaban y la fuerza con la que caía el agua a 100 metros impactaba.

Durante nuestra estancia en Ouzoud, decidimos ir a lo más barato y dormimos casi-casi al raso, ya que solo nos cubrían 4 esterillas. Esto nos permitió escuchar el ruido de las cascadas toda la noche. Aunque lo que podía haber sido una noche espectacular, se convirtió en una pesadilla, ya que uno de los atrapaguiris del primer camping nos hizo pasar un mal rato por la noche, adquiriendo así, la sensación de inseguridad e incomodidad. Aunque finalmente todo quedo en una anécdota graciosa de contar (algún día lo haremos). Aun así, decidimos marcharnos de allí e ir a otro camping. Los dueños de este otro, Taibid y Mohamed nos acogieron con las manos abiertas y esto permitió que pasáramos unos días de tranquilidad en medio de las magníficas montaña del Atlas. Allí también conocimos a Julian, un francés que está viajando por Marruecos. En su compañía, conocimos el pueblo Mexicano y a diferentes personas que nos han alegrado el viaje gracias a su buena onda y a su música. Despedirnos de Ouzuod, fue como cuando te vas de un pequeño pueblo de montaña, ya que después de pasar unos días allí todos te conocen.

BISLAMA OUZOUD!!!! 

¡ UN DÍA DE SONRISAS !

Hoy ha sido un día un tanto especial!

Después de un mes trabajando diferentes actividades relacionadas con el circo, por fin hemos celebrado el tan esperado día!

Nos hemos levantando con las pilas cargadas para ponernos en marcha y comenzar los preparativos ! Mucho hemos pensado sobre este día: que hacer, como reaccionaran los niños… Pero la magia y la espontaneidad de un niño está por encima de toda planificación.

Después de buscar las ropas mas coloridas y alegres que tenemos por casa y recopilar un poquito de por aquí y otro poquito de por allá, nos las hemos apañado y nos hemos convertido en unas autenticas payasas, aunque el espíritu nunca nos haya faltado. ¿Las 9 de la mañana y nosotras vestidas de payasas? Con alegría empezamos el día!

Baba Mohamed nos ha acompañado en coche hasta la asociación, ya que salir así de casa podía haber sido una auténtica locura. Sólo hemos caminado 10 pasos hasta el coche y ya hemos revolucionado a los presentes del barrio!

Como si de unas princesas se tratara, nos hemos bajado del coche más nerviosas que tranquilas, mientras Mohamed nos grababa. A ritmo de TARATAAAATACHIN! TARATATAAA CHIN!! Hemos entrado por la puerta y ahí ha empezado la locura!

Algunos flipaban, otros cantaban, otros coreaban nuestro nombre y otros como Nordin, lloraban! Pobrecito…pero después de acercarnos un poco a él y demostrarle que éramos las de siempre, sus lágrimas han pasado a grandes sonrisas.

Después de saludar a todos los niños, cantar y de hacer el payaso, hemos comenzado a disfrazarles con los trajes que ellos mismos han ido pintando y preparando, cada uno en la medida de lo posible. Lo cierto es que con una bolsa de basura y  un poco de color, han hecho unos trajes muy divertidos. Orgullosos de sus trajes, uno a uno se han ido convirtiendo en pequeños payasitos y mientras una les vestía, la otra les maquillaba la cara, aunque esto último ha sido un poco complicado en algunos.

Finalmente, el resultado no ha podido ser mejor y nos lo hemos pasado en grande. Esperemos que para ellos haya sido también un día especial. Quizás muchos de ellos no han visto nunca un payasito en persona y hoy ha sido su primera vez ! Así que con eso nos quedamos; ¡con la inocencia e ilusión de un niño!

Y mañana nos vamos de excursión !!!

"La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer"

Hace un par de fines de semana estábamos en Rabat, exactamente el día 27 de febrero, una semana después de la convocatoria al pueblo Marroquí para salir a las calles en defensa de sus derechos. Desayunábamos tranquilamente en el albergue de esta ciudad cuando empezamos a oír gritos que parecían venir de una manifestación. Enseguida nos imaginamos que las reivindicaciones que escuchábamos venían de la manifestación organizada por el grupo: Movimiento 20 de Febrero.

El “Movimiento 20 de febrero” es un grupo juvenil pacífico que reivindica los derechos del pueblo Marroquí. Después de las revueltas en Túnez y Egipto, el pueblo Marroquí no quiso quedarse atrás, y aunque desde nuestro punto de vista la situación de Marruecos es incomparable con la de estos países, eso no quiere decir que no haya motivos importantes, para una sociedad en vías de desarrollo, por los que luchar.

“20 de Febrero” nació en la red, mediante diferentes redes sociales. Un video colgado en Youtube nos dio a conocer los principales motivos por los que el pueblo marroquí quiere debatir. Principalmente son dos: La falta de libertad de expresión y el excesivo poder del rey Mohamed V, que además de ejercer de monarca, ejerce de presidente. Además de esto, reclaman: igualdad entre hombres y mujeres, mejoras en la educación, sanidad, vivienda, empleo y salarios más altos. “Que los enfermos puedan acceder a los hospitales y beneficiarse de los cuidados médicos sin necesidad de enchufe", que "los ladrones que destruyeron el país sean procesados" y que Marruecos pueda disfrutar de "una Constitución popular y democrática", son otros de los mensajes que pueden escucharse en la grabación.

Nosotras poco sabíamos de todo lo que rodeaba a las manifestaciones convocadas para el 20 de febrero, solo lo que hemos leído por internet, ya que sentimos que aquí, en casa, en la calle, es un tema tabú. En las noticias 24 horas al día nos sablean de forma sensacionalista sobre la situación de Túnez, Egipto y Libia. Pero, ¿Qué pasa con Marruecos? Las pocas veces que hemos preguntado a la familia o amigos sobre la situación actual de Marruecos, en general la respuesta ha sido unánime: “las circunstancias  en aqui son incomparables con la de estos países” o “Mohamed V ha cambiado mucho el país, nada que ver con su padre Hassan II”  Nadie habla mal del rey. Miedo quizás? Creemos que sí, ya que aquí quien hable mal del rey públicamente puede ir directamente a la cárcel.

En Rabat, tuvimos la oportunidad de ver desde cerca, con nuestros ojos, la realidad del pueblo, sin miedos, sin ataduras. Un grupo de jóvenes y muchas mujeres, cosa que nos llamo la atención y nos alegro al mismo tiempo,  ya que muchas de ellas eran las que portaban pancartas, banderas y sobre todo la voz. La voz del pueblo marroquí.

Nos pusimos a un lado. Mirábamos atentas lo que pasaba a nuestro alrededor y escuchábamos, pero no entendíamos. Queríamos saber lo que decían, lo que reivindicaban, lo que pasaba y gracias a una periodista española, que se encontraba entre los muchos otros periodistas, nos iba contando como transcurrían las cosas, acercándonos así más a la realidad. Nada nuevo para nosotras: libertad de expresión, mejoras en la educación…

Pero de un segundo a otro los que hasta el momento era una manifestación pacífica y tranquila se torció debido a la interrupción de la policía marroquí. Según nos conto la periodista, la policía había negado el derecho  al movimiento 20 de Febrero a manifestarse por las calles de Rabat. Primer obstáculo. Segundo: La policía paga a ciudadanos para que se meta en la manifestación y provoquen “jaleo”,  aunque los jóvenes del movimiento 20 de febrero pasen de entrar al trapo y provocar peleas. Al fin y al cabo, eso más que beneficiarles, iría en su contra y su forma de actuar, es por encima de todo pacifica. Tercer obstáculo: La policía interrumpe en la manifestación y la paraliza.

En cinco minutos la plaza está vacía.

Esta misma semana, el rey de Marruecos, Mohamed V, ha anunciado públicamente por sorpresa, cambios de mejora en la actual constitución, la cual no  se ha modificado desde 1996. Antes esto, parte del pueblo no va a cesar de manifestarse, ya que de momento solo son palabras. Habrá que ver con el tiempo, si las palabras no se las lleva el viento…

Un pedacito de ilusión!!!

Después de narraros los diferentes viajes por Marruecos, os pondremos al día de cómo van las cosas en los centros educativos en los que trabajamos.

Las cosas han cambiado mucho desde el principio. Desde la asociación nos advirtieron que posiblemente no veríamos ningún cambio o avance, pero afortunadamente no ha sido así y poco a poco hemos visto pequeñas grandes mejorías.

Por un lado, seguimos trabajando en la Asociación de Mujeres Discapacitadas con niños con diferentes tipos de discapacidades. Hace un mes, pusimos en marcha nuestro proyecto particular. Quisimos partir de un tema y a raíz de ahí trabajar diferentes cosas con ellos. Queríamos crear un proyecto lúdico para los niños, ya que es algo que no tiene día a día. En seguida se nos ocurrió la idea de la temática del circo. Partiendo de esta idea estamos trabajando canciones, caretas, instrumentos musicales fáciles de crear, disfraces, talleres… Con todo esto, queremos celebrar un día especial para los niños y para nosotras también “ el día del circo”  en el que los niños esperemos que se lo pases en grande!

Por otro lado, hace una semana comenzamos a trabajar con una tabla de seguimiento diario el comportamiento de cada niño partiendo siempre de reforzar al máximo las actitudes positivas. El comportamiento de muchos niños no es bueno, ya que entendemos que pasan muchas horas sentados en la misma silla. Por eso, quisimos poner en marcha un método alternativo para ellos. Los primeros días fue muy importante premiar las acciones positivas de cada niño. Además, todos los días, premiamos el mejor comportamiento, fotografiando al niño con una corona. Así que, como veis las cosas han cambiado mucho desde el primer día que llegamos aquí, aunque eso no quita para que haya días en los que salgamos totalmente locas del centro, como ha sido el día de hoy por ejemplo.

En el colegio Malky la situación es muy diferente. Aquí ayudamos a niños con sordera y discapacidad. Ahora están trabajando las multiplicaciones y empezando a dividir, aunque hemos visto que la base de muchos de ellos no es la adecuada para aprender a dividir, ya que no se saben bien las tablas de multiplicar. Por eso, les estamos motivando al máximo para memorizarse las tablas de multiplicar y cada día hacemos una especie de “carrera cronometrada” para ver quién de ellos es el más rápido en hacerlas. De este modo estas muy motivados y con ganas de seguir hacia delante.

Además de esto, hay días en los que les proponemos hacer cosas diferentes y sacarles un poco de la rutina diaria. Un ejemplo de ello es el día que realizamos un taller de pompas de jabón. El resultados no pudo ser mejor y los niños disfrutaron al máximo de este mágico taller.

Como veis, poquito a poquito y con mucha ilusión y paciencia  hemos conseguido ver cambios positivos en los diferentes centros y niños. Esto nos da fuerzas para seguir trabajando y para seguir experimentado, ya que cada día conoces algo nuevo de estas pequeñas personas.

Esta semana, hemos empezado a trabajar en un nuevo centro educativo, el colegio público Kysai, haciendo por las tardes animación sociocultural con niños de primaria. De momento, estamos muy contentas de cómo están saliendo las cosas, asique tenemos la cabeza llena de ideas para compartir con estos niños.

Han pasado ya 4 meses desde que llegamos aquí, y por fin estamos viendo que el trabajo realizado esta dando sus frutos positivos. Esto nos llena de ganas e ilusión para mirar hacia delante y disfrutar al máximo, de lo que nos queda por vivir.

... Al Desierto!

Estamos en el desierto!

Después de dejar atrás las altas montañas del Alto Atlas poco a poco el paisaje pasaba de ser una explosión de colores y formas a convertirse en arena. Sólo arena.

Quién no ha imaginado alguna vez en pasar una noche en el desierto?

Después de deshacernos de nuestras mochilas en la furgoneta y coger las cosas básica para pasar la noche en el desierto (ropa de abrigo y agua) montamos en los tan esperados dromedarios que nos llevarían hasta nuestro campamento. Aunque antes de partir hacia él, la familia que vivía en el albergue nos dio la bienvenida con un té bien caliente para contrastar el calor del desierto. Aquí conocimos a nuestro nómada bereber que nos acompañaría y enseñaría los secretos del desierto, Ismael.

Subirnos en el dromedario fue un momento lleno de risas y nervios! Y porque no decirl de miedo también. Subidas ya en él, recorrimos durante 40 minutos uno de los paseos más especiales. No fue hasta el cabo de un cuarto de hora que nuestros cuerpos se adaptaron a los movimientos y balanceos del dromedario sobre la arena irregular de las dunas de Merzouga.

Por fin llegamos al campamento donde pasaríamos una de las noches más especiales de nuestras vidas. Nada más poner los pies en la arena del desierto corrimos hacia las grandes dunas que había alrededor de nuestra haimma para ver la puesta del sol. Aunque llegamos tarde, el camino no fue en balde, ya que los colores y las vistas desde arriba de la duna eran indescriptibles.

De un segundo a otro la noche se nos echo encima. Solo eran las 7 de la tarde y era totalmente de noche. Asique pronto llego la hora de cenar.

Después de conocer a los 3 hombres bereberes que vivían en este lugar, cenamos un tajín de verduras delicioso. Aunque uno de los momentos mas divertidos vino después de la cena, cuando llego la hora de la música.

La familia de bereberes nos abrió las puertas a su estilo de vida, mediante los cantos y notas del Karbebs y tan-tan.

Acto seguido, llego la hora de nuestro debut. Nos ofrecieron participar en ese pequeño espectáculo, pidiéndonos tocar una canción en nuestra lengua al sonido del tan-tan.

Al terminar de compartir estos alegres momentos, Ismael nos invito a subir a lo que según él, era la duna más alta de todo África. Aunque ¡lo suyo nos costó! Meter un pie en la arena era como retroceder 4 veces para atrás. Esta fueron sus palabras: es más fácil subirlas de noche, así no veréis lo alta que es!  Después de repetirnos diez veces que ya quedaba poquito, por fin llegamos al final, y la verdad es que mereció mucho la pena. ¡Y tanto que mereció!

Tumbados y tapados con una gran manta para recogernos del frio, contemplamos uno de los cielos más bonitos de nuestras vidas. Nos hubiéramos pasado horas y horas mirando ese cielo limpio de estrellas. Cabría alguna estrella más?

Durante la noche, bajo el cielo pintado de estrellas se dio la oportunidad para conocernos mejor compartiendo experiencias, anécdotas, canciones, idiomas…

Pasamos una noche fría, muy fría y a la mañana siguiente nuestras narices parecían más las de un muñeco de nieve. Pero pronto salió el Sol. Un sol espectacular, que nos regalo impresionantes fotografías. Subidas otra vez en nuestros dromedarios, contemplamos la salida del sol más espectacular que nunca hemos visto.

Ya en el albergue, después de desayunar, llego el momento de las despedidas. Nosotras volvíamos a la civilización, pero ellos seguían allí. Rodeados de arena. Solo arena. Esa arena anaranjada peculiar que la hace única y que no pudimos resistir la tentación de irnos sin un poquito de ésta.

Ya embarcados en nuestra furgoneta, con un cruce de miradas y sonrisas de complicidad con nuestro bereber, nos dirigimos hasta lo que sería el final de nuestro gran viaje. Dejando atrás un sinfín de sensaciones y vivencias, y como no, la arena del desierto…

Del Alto Atlas...

Después de visitar Marrakech y Essaouira, nuestro próximo destino fue el desierto de Merzuga. Pero para llegar a él, tuvimos que atravesar las impactantes montañas del Alto Atlas, las cuales en muchos momentos nos dejaron sin aliento. Quizás uno de los paisajes más bonitos que hemos visto en nuestras vidas.

Eran las 7 de la mañana, cuando acompañadas de otro grupo de turistas, comenzamos a viajar en una mini furgoneta blanca. Poco a poco, dejando a tras las solitarias calles de Marrakech, enseguida conocimos paisajes realmente bonitos, llenos de contrastes de colores.

Bienvenidos a las puertas del Alto Atlas!

El Atlas es un sistema montañoso que recorre  a lo largo de 2400 kilómetros, el noroeste de África, desde Túnez, por Argelia, llegando hasta Marruecos.

Por la carretera de Tizi-n-Tichka, que era la que nos llevaría hasta Ouarzazate, contemplamos el amanecer. El sol y la lluvia formaron un arcoíris difícil de imaginar, hasta el punto de que nuestras cámaras fotográficas no podían reflejar lo que nuestros ojos estaban viendo.

Después de unas horas, pudimos tomar por fin un café calentito, ya que la fresca temperatura nos lo pedía a gritos. Hicimos una breve parada en uno de los pueblos de la montaña. Desde aquí, pudimos conocer a la población del Alto Atlas, la cual la gran mayoría es berebere y se dedica al negocio de la artesanía y minerales.

Una sucesión de curvas interminables, nos llevo hasta el punto más alto, a unos 2.300 metros de altitud. Quién nos iba a decir, que para llegar al desierto tuviésemos que llegar hasta este punto.

Más al sur de Marrakech, una vez superado el Atlas, visitamos una de las Kasbahs mejor conservadas. La primera Kasbah destacable antes de Ouarzazate es la de Ait Benhaddou, que es Patrimonio de la Humanidad y se han filmado películas como  Gladiator. Después de callejear por sus rincones más escondidos, ya subidas en la mini furgo, pusimos rumbo al escondido lugar donde pasaríamos una fresca noche.

La luz del atardecer nos regaló imágenes aun más bonitas de  los colores rojizos y anaranjados que nos acompañaron durante todo el viaje.  Antes de descansar en el remoto hotelito, el cual se encontraba entre, lo que hasta el momento nos parecieron, grandes gargantas, desde lo alto, pudimos observar una imagen que pocas veces se repite, como es la homogeneidad del medio natural y las construcciones del ser humano, como son las carreteras de asfalto, conservando su encanto y regalando una imagen peculiar.  

Después de pasar una agradable pero fría noche en el hotel, que para nosotras hasta ahora ha sido el más lujoso en el que hemos dormido, viajamos hasta las impresionantes gargantas de Todra. Con más de 100 metros de altitud, cualquiera que se acerque y se adentre entre éstas, se sentirá como una hormiguita. Con lo cual, para poder observar su gran magnitud, al final acabas con dolor de cuello al intentar captar su fin.

Después de éstas impresionantes gargantas, ya pensábamos que pocas cosas nos podían impactar más, pero estábamos equivocadas.  Pronto lo averiguaríamos.

Cerradas las puertas del Atlas, se abrieron las puertas del desierto…